Te desvelamos todo acerca del IoT (abreviación del inglés, “Internet of Things”) y la repercusión que tiene y tendrá próximamente
Que el Internet de las cosas es el futuro es algo que se lleva escuchando desde hace algunos años. Ciudades inteligentes u objetos conectados son términos cada vez más cotidianos, en la boca de muchos, pero… ¿Realmente sabes lo que significa el Internet de las cosas? ¿O en qué ámbitos tendrá más repercusión en un futuro próximo? Si la respuesta es negativa, no te preocupes, para eso escribimos este artículo.
El Internet de las cosas es un concepto un poco abstracto y que puede llegar a generar confusión. Para ello, hemos elaborado una definición lo más clara posible: “IoT es una idea basada en la conectividad de diversos objetos en una misma red, pudiendo llegar a compartir información y, en el mejor de los casos, actuar en consecuencia de forma independiente”.
Como las mejores definiciones van siempre acompañadas de un ejemplo práctico, ésta no iba a ser menos. Te animamos a imaginarte una casa donde la nevera, el termostato, e incluso el cepillo de dientes están conectados. El frigorífico podría ser capaz de alertate de cuando un producto se acerca a su fecha de caducidad, el termostato mantendría la casa en la temperatura ideal en todo momento y el cepillo nos podría detectar las caries. Desde luego, viendo estos ejemplos podrías pensar que el Internet de las cosas es el futuro lejano, pero nada más lejos de la realidad. De hecho, ya hay muchos productos que utilizan este sistema y se considera que a partir de 2020 estará mucho más asentado en la sociedad.
Llegados a este punto igual te estarás preguntando qué tipo de aplicación se le dará al internet de las cosas. Pues bien, como es lógico, muchos sectores están apostando, ya a día de hoy, por esta nueva tecnología. A continuación, te dejamos un listado con algunas de las vías de empleo que se le dan al internet de las cosas a día de hoy y las que se le darán en los próximos años:
• Fábricas de producción en masa: maquinaria automatizada, sensores de temperatura, robots ensambladores… todo ello conectado a Internet, pudiendo centralizar el control y mejorando enormemente la productividad. Aquí el Internet de las cosas no es futuro, ya es presente.
• Infraestructuras urbanas: cámaras urbanas por doquier y control de semáforos y puentes, todo ello gestionado mediante IoT, pudiendo monitorizarlo todo y anticiparse a eventos; por ejemplo, evitar atascos en convenciones, ferias, o simplemente en hora punta. Otro ámbito es la iluminación, donde ya es inteligente en algunas ciudades europeas; las farolas saben cuándo apagarse o encenderse en función de si hay personas o no que la necesiten, e incluso pueden proporcionar wifi y cargarte el teléfono.
• Movilidad: está más que claro que los vehículos, tanto privados como transporte público, son carne de cañón para el internet de las cosas. ¿Te imaginas un coche adaptando la velocidad de forma automática al detectar las señales de tráfico con sus cámaras? ¿O bien otro que nada más encenderlo te pregunto a qué dirección quieres ir y te dé un informe detallado del estado del tráfico? Todo ello va estrechamente ligado a la conducción autónoma.
• Sanidad: poco a poco van habiendo más hospitales y clínicas que monitorean activamente a los pacientes de manera ambulatoria. Esto proporciona una cantidad ingente de datos a tiempo real y que permiten a los profesionales saberlo todo acerca de los pacientes antes de tener que tratarlos.
Esperamos que este artículo te haya resultado de interés y te haya aclarado algunos conceptos. El Internet de las cosas es el futuro, ¿te sigue quedando alguna dudad? Si necesitas más información no dudes en contactarnos.